La Evolución del Jefe de Obra
La figura del Jefe de Obra es indispensable en toda obra por parte de cualquier contratista puesto que es el único que vela por el beneficio económico dentro del proceso constructivo, aparte del propio empresario. El resto de intervinientes se centran en la correcta ejecución de lo proyectado y cumplimiento de plazos establecidos. El jefe de obra trabaja para la constructora y defiende sus intereses en todo momento.
La situación actual por la que pasa el sector de la construcción hace que muchas pequeñas y medianas empresas de construcción tengan poco volumen de trabajo, por lo que no es viable tener en plantilla personal que no "produzca" directamente. Muchas de estas empresas deciden prescindir del técnico de jefe de obra puesto que son labores en los que ellos se saben defender, pero ocurre que, cuando se dirige una empresa, no se puede estar en todo, el tiempo que dedique a estudiar y controlar la obra será tiempo que pierde en negociaciones para futuras obras o de control de la propia empresa.
Respecto a las grandes empresas ocurre algo similar, tienen una gran plantilla que le supone unos costes de estructura que, aunque puedan mantenerse, no les permite crecer y abrir nuevos mercados.
Entonces, ¿que hacer si es necesario tener jefe de obra pero no puede mantenerse su coste en plantilla?¿Se tiene que contratar y despedir al técnico cada vez que empiece o termine una obra?¿Que ocurre con obras que se vayan que estudiar y aún no han sido adjudicadas?
Esto es lo que se está planteando en estos momentos para las funciones de jefe de obra. Hasta ahora el técnico trabajaba por cuenta ajena en la empresa constructora, que tenía periodos de gran volumen de trabajo o un volumen suficiente para que siempre hubiese tareas para este. La actual disminución de inversión en la construcción de nueva planta provocó que muchos jefes de obra tuviesen que salir al mercado laboral a realizar otras funciones de Arquitectos Técnicos/Ingenieros de Edificación que tienen mercado, como certificaciones energéticas, tasaciones, memorias valoradas, etc.
Todo esto nos conduce a un cambio en la relación contractual entre constructora y jefe de obra. La mayoría de técnicos pasan a ser autónomos y suelen tener varios clientes para los que hacen trabajos, por lo que dejarlo todo y cerrar no es una opción solo por trabajar algunos meses como jefe de obra para volver a tener que empezar de nuevo en cuanto termine la obra para la cual fue contratado.
"La opción que se impone es que exista un técnico externo al cual se le solicite presupuesto y se realice un contrato de colaboración para realizar distintas funciones de jefe de obra para las constructoras."
Con el paso del tiempo el puesto de jefe de obra será una función más de los Arquitectos Técnicos/Ingenieros de Edificación que trabajan como autónomos. El proceso de cambio aún no se ha generalizado por lo que este momento es importante para implantar las bases contractuales para estas funciones.
Los colegios profesionales deberían adelantarse a esta evolución y establecer un criterio profesional al que los técnicos puedan aferrarse.
Hay muchos puntos que se deben definir, desde la simple realización de un estudio económico de obra hasta la gestión de una obra completa. También se pueden contratar funciones puntuales, como la realización de mediciones y certificaciones para la propiedad o la realización de comparativos y contratación de subcontratas para que el encargado sea quién controle los trabajos y plazos de ejecución.
Ante esta nueva forma de trabajo para los Jefes de Obra hay que unificar estos criterios para que los Arquitectos Técnicos/Ingenieros de Edificación estemos preparados y tengamos ventaja.